Con tan solo catorce años de duración, una de las escuelas de
arte de Weimar, en Alemania,
ejerció una importante influencia, no solo en la arquitectura moderna sino en
todo tipo de diseños posteriores, estamos hablando de la Bauhaus.
El arquitecto alemán Walter Gropius
(1883-1969), la fundó en 1919 siendo su primer director. Gropius ya se había
forjado un cierto prestigio al diseñar una fábrica de calzado con forma de
prisma transparente, disponiendo las paredes completamente acristaladas.
Pero la Bauhaus no surgió de la noche a la mañana. En varios
países, hacía décadas que se venían produciendo ensayos para abandonar
definitivamente los estilos arquitectónicos historicistas que habían dominado la arquitectura occidental
durante el siglo XIX y principios del XX. En Alemania, la agrupación Deutsche Werkbund fundada por el
arquitecto Hermann Muthesius en Múnich durante 1907,
reunió a artistas, arquitectos, artesanos e industriales. En ese contexto, realizaron
diseños de vanguardia con nuevos criterios que no hacían referencia a estilos
del pasado.
Bauhaus Dessau, vista nocturna |
La filosofía de trabajo de la Bauhaus estuvo influenciada
fuertemente por el movimiento Arts & Crafts (Artes y
Oficios), que se desarrolló en Inglaterra y en Estados Unidos como reacción al estilo victoriano, durante las últimas décadas del siglo XIX. La Bauhaus también
trataba de aglutinar en torno a un trabajo común a artistas, proyectistas y artesanos,
una idea que se desarrolló por primera vez durante la construcción de las
catedrales góticas. En el plan de estudios se instauró un curso preparatorio (Vorkurs) que los estudiantes debían
superar. En él se trabajaban tanto nociones de diseño, como el conocimiento de
los materiales y conceptos esenciales de la forma y el color. Para ello
contrató como profesores a escultores y sobre todo pintores como Johannes Itten, Wassily Kandinsky, Paul Klee o Laszlo Moholy-Nagy.
Gropius era partidario de explorar las cualidades plásticas y resistentes de
los nuevos materiales que iban surgiendo desde principios de siglo, como el
acero laminado, el hormigón armado o el vidrio, utilizándolos en los diseños
arquitectónicos.
Bauhaus Dessau, vista aérea |
La Bauhaus defendió la idea de que “la forma sigue a la
función”, prescindiendo de los elementos decorativos, el término fue acuñado
por el arquitecto de Chicago,
Louis Sullivan. Estos
planteamientos tan radicales para la época generaron no pocas tensiones en el
seno de la recién nacida escuela de Weimar. Durante los años 1924-25, Gropius
trasladó la escuela a Dessau,
donde el propio edificio es una muestra perfecta de este lema, constituyéndose
como uno de los iconos de la escuela Bauhaus. El edificio se construyó con sólidos muros de
hormigón y grandes superficies acristaladas que comunican visualmente el
interior y el exterior. La estética es austera, dominada por las fachadas lisas
de líneas ortogonales y cubiertas planas que han sido muy imitados en multitud
de edificios destinados a la enseñanza.
Además entendían que la arquitectura debía estar al servicio
de la sociedad, diseñando viviendas de bajo coste para acoger a los miles de
desplazados que produjo la primera guerra mundial, para lo cual, durante las décadas de los 20 y los 30
del siglo pasado, optimizaron los esquemas productivos facilitando la construcción
en serie, transformando completamente el método en que se venía proyectando y
construyendo las viviendas en Europa. Los diseños salidos de la escuela de
Dessau tenían cada vez más impacto, no solo entre los profesionales de la
arquitectura, también entre los usuarios de los mismos. Como ejemplos se pueden
citar las viviendas para los trabajadores de la Siemens, en la periferia de Berlín, o las Casas de los maestros de la Bauhaus, en Dessau, Alemania.
Desde la escuela siempre transmitieron
la idea de mantener la calidad y funcionalidad en el diseño, conservando una
visión integral que comprendía el edificio y a sus habitantes, incidiendo por
igual en los aspectos generales como en los detalles más básicos. Desde el
primer curso, los estudiantes proyectaban edificios al mismo tiempo que
realizaban diseños de mobiliario y elementos decorativos que pudieran fabricarse en serie en
la industria, así como producciones únicas de manufactura propia. De esa forma
nació, por ejemplo, la famosa silla Wassily de tubo de acero
cromado y cuero, de Marcel Breuer.
Silla Wassily |
Gropius dejó la dirección de la escuela en 1928, le sucedió
el arquitecto Hannes Meyer hasta 1930, y después tomó las riendas el
arquitecto Ludwig Mies Vander Rohe. Ese último periodo de
cambios en la dirección, coincidió con el avance del nazismo en Alemania,
que propugnaba una concepción más tradicionalista y no veía adecuado el
modernismo adoptado por la Bauhaus. En 1933 la escuela cerró sus puertas por presiones del nazismo,
después de trasladar su sede a Berlín, huyendo muchos de sus profesores a
varios países, fundamentalmente a los Estados Unidos. Este éxodo, junto con
otros movimientos arquitectónicos, dio lugar al Estilo Internacional, adaptándose a las condiciones de cada lugar y al
avance del conocimiento de los materiales modernos.
Actualmente el proceso seguido en la Bauhaus forma parte de
los planes de estudio de las facultades de Arquitectura de todo el mundo, así
como de las escuelas de Bellas Artes y en numerosas universidades dedicadas al
Diseño Industrial.
Para saber más:
Alguien recuerda la BauHaus
La escuela Bauhaus y la importancia del diseño
La Bauhaus de Weimar: en pos de una idea común, la arquitectura
Bauhaus: Contexto, evolución e influencias posteriores (UCM)
La superviviencia de la Bauhaus 90 años después
Bauhaus on-line (en inglés)
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